La conquista de la Península en el siglo VIII d.C. por ejércitos musulmanes supuso un cambio significativo. Especialmente notable fue la introducción de una nueva escritura para un nuevo idioma (el árabe), en función de la existencia de un libro sagrado, el Corán, escrito en dicho idioma, y que era el lenguaje del nuevo orden político.
Se exponen, además de una muestra de esta escritura, nuevas formas cerámicas, monedas, un pie de brasero rematado en cabeza de león, y pipas de kif o hachís.