Es un castro de la II Edad del Hierro situado en el término de Higuera la Real, con una cronología que va desde los siglos V-IV a.C. al siglo I d.C. El poblado prerromano amurallado, atestiguado desde el siglo V a.C., fue abandonado en el siglo II a.C. Tuvo ocupación posterior durante época romana altoimperial (siglo I d.C.).
Capote, al igual que la mayoría de los poblados castreños, se asienta sobre una topografía en la que priman las condiciones defensivas naturales del terreno, a menudo potenciadas con diferentes construcciones. Ocupa una meseta con una extensión que supera las 3 Ha. protegida por un foso natural ancho y profundo generado por los barrancos de los ríos Sillo y Álamo y por una muralla provista de bastiones. La defensa de la entrada principal, flanqueada por torres, cuenta además con una barrera formada por una hilera de piedras hincadas.
Su urbanismo se articula en torno a una ancha calle central, en eje con la puerta principal, y pequeños callejones transversales, a cuyos lados se levantan las casas. Las viviendas son de planta rectangular, con una o varias estancias, construidas totalmente en piedra o en adobe sobre un zócalo de piedra, y cubierta de pizarra. Algunas habitaciones tienen bancos, exentos o adosados al menos a una de sus paredes.
En la calle central del poblado se localizó una estancia de uso comunitario abierta al exterior, con un banco corrido a lo largo de sus paredes y una mesa central. En su interior aparecieron los restos de un banquete colectivo celebrado en torno al año 150 a.C., destinado a más de 200 personas en el que se bebió y comió abundantemente. Tras el banquete, al que se le atribuye un carácter ritual, la habitación fue sellada, conteniendo en su interior numerosos enseres utilizados durante la celebración; de ahí que la mesa haya sido interpretada como un altar y la estancia como un depósito votivo o santuario.
Entre la abundante y variada vajilla cerámica depositada destaca por su singularidad la treintena de vasos calados, a los que se atribuye la función de incensarios, como el expuesto en la sala de Protohistoria del Museo.
Un segundo depósito votivo en este caso de época alto-imperial (siglo I d.C.) fue hallado conteniendo algunos materiales metálicos (fíbulas y monedas) y abundantes cerámicas. Destacan sendos lotes de lucernas y terracotas en su mayoría femeninas, vinculadas a divinidades indígenas.
El yacimiento es visitable y cuenta con un Centro de Interpretación.
PUBLICADO EN
Berrocal-Rangel, Luis: Avance al estudio del depósito votivo alto-imperial del Castrejón de Capote (Higuera la Real, Badajoz), Extremadura Arqueológica II, 1991, pp. 331-346.
Berrocal-Rangel, Luis: El altar prerromano de Capote. Ensayo etnoarqueológico sobre un ritual céltico en el Suroeste Peninsular, Madrid, 1994, 450 pp.
ENLACES EXTERNOS